Promover un entorno en el que todos los empleados se lleven bien, sin conflictos ni peleas, no es fácil. Hay muchas razones por las que los empleados no siempre están de acuerdo. Conoce las ofertas en material de oficina en mercamaterial!
Sin embargo, hay algunas medidas sencillas que los directivos pueden tomar para fomentar unas relaciones positivas y amistosas en el lugar de trabajo que sean buenas para los empleados y para la empresa.
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Definir las funciones de cada uno
«Siempre está fuera de la oficina, nunca sé dónde está». «¿Por qué le toca a él todo el trabajo interesante mientras a nosotros nos toca lidiar con la escoria?» «Soy la única persona que parece esforzarse por aquí».
Muchos de los malentendidos que surgen en el lugar de trabajo provienen de no saber cómo encaja cada uno en el panorama general. En un mundo ideal, los miembros del equipo deberían sentirse como engranajes de una máquina que trabaja por un objetivo común, completamente sincronizados. Las responsabilidades contradictorias o la falta de cobertura hacen que el equipo esté desarticulado, lo que crea fricciones y puede hacer que todo el motor se detenga.
Así pues, el primer paso es asegurarse de que todo el mundo entiende de qué es responsable, en qué aspectos puede confiar en sus colegas y en qué aspectos se espera flexibilidad. Tener claro cuáles son tus expectativas sobre ellos, y cómo tienen que trabajar juntos, aclarará cualquier concepto erróneo, y fomentará la colaboración y el apoyo dentro de tu equipo.
No tenga favoritos
Es un hecho bien conocido que el campo de juego en los lugares de trabajo rara vez está nivelado. Todo el mundo tiene sus favoritos y los directivos no son diferentes. Es muy probable que hayas sido testigo del favoritismo en algún momento de tu carrera: ves que la misma persona se queda con los mejores proyectos, es la primera en recibir nueva tecnología o formación, o asciende antes que los demás.
Esto puede ser más inconsciente que intencionado, pero en cualquier caso, puede ser igual de perjudicial para la moral de un lugar de trabajo y puede alimentar el resentimiento y los celos de otros empleados hacia los «elegidos». Esto no sólo desvinculará a los empleados de su trabajo, sino que también podría crear una división dentro del equipo que es difícil de reparar.
Promueva la colaboración por encima de la competencia
La competencia suele ser algo positivo, ya que nos obliga a dar lo mejor de nosotros mismos y a superar nuestras limitaciones percibidas.
Sin embargo, como demostró la crisis del sector financiero, la competencia puede tener consecuencias negativas. Si las personas se enfrentan constantemente a sus colegas y se les juzga por su rendimiento personal, se les anima a dar prioridad a los beneficios personales y pueden incluso socavar el trabajo de los demás, perjudicando potencialmente a la empresa en el proceso.
Promover un enfoque más colaborativo no sólo unirá a los empleados bajo la misma misión de la empresa, sino que también permitirá mejorar su rendimiento mediante el aprendizaje entre iguales.
Esto puede significar un cambio en la cultura de la empresa, que pase de centrarse en los objetivos individuales a hacerlo en la recompensa o el reconocimiento del esfuerzo del equipo. Los portales en línea en los que los miembros del equipo pueden compartir su trabajo o sus ideas y recibir apoyo y comentarios pueden desarrollar una experiencia de mayor colaboración. Hacer que se sientan más como un equipo en lugar de rivales personales puede hacer del lugar de trabajo un entorno más armonioso en lugar de un campo de batalla.
Haz que el trabajo sea divertido
Se supone que el trabajo no es divertido, bueno, al menos eso es lo que nos han dicho. Pero no tiene por qué ser así. Las actividades sociales ofrecen la oportunidad de que los compañeros se conozcan en un entorno más informal. Esto no sólo mejora las relaciones de trabajo entre colegas, sino que el estímulo de cambiar las cosas con reuniones informales puede mantener a los empleados comprometidos y fomentar la creatividad.
No tiene por qué ser algo grandioso. Una comida de equipo ocasional o unas copas después del trabajo, o incluso una noche de juegos, sólo requieren un pequeño esfuerzo de organización, pero pueden marcar una gran diferencia a la hora de mejorar las relaciones en el lugar de trabajo. Tenga en cuenta las diferentes edades, capacidades e intereses de los miembros de su equipo a la hora de planificar los eventos y recuerde que no todo el mundo estará dispuesto a socializar con sus colegas, y eso está bien.